Yo, que , en otro tiempo, con juvenil ardor compuse inspirados versos,
me veo ahora, ¡ay de mí!, obligado a entornar tristes canciones.
Aquí están para dictarme lo que he de escribir
mis musas desgarradas,
mientras el llanto baña mi rostro, al son de sus
tonos elegíacos,
pues ni siquiera el miedo pudo desanimarlas
para dejar de acompañarme en mi camino.
Ellas, que fueron antaño la gloria de mi feliz y verde juventud,
se acercan ahora a endulzar los tristes destinos
de este abatido anciano.
Precipitadamente y cargada de males,
se echó encima la no esperada ancianidad
y el dolor se apoderó de mis días.
Canas prematuras cubren mi cabeza
y el cuerpo herido se estremece con la piel rugosa.
Dichosa muerte la de los hombres
cuando se adentra sin perturbar los años buenos
y acude en favor de los corazones afligidos.
Pero, ¡ay!, qué sorda se hace a la desgracia
y con qué saña se niega a cerrar los ojos
cubiertos de lágrimas.
Cuando la fortuna me halagaba -y yo sabía
que era tornadiza y mudable-,
habría bastado una hora de tristeza para
llevarme a la tumba;
ahora que una nube a ocultado su engañoso
rostro,
una larga espera hace mi vida insoportable.
¿Por qué, amigos locos, llamasteis tantas veces feliz
a aquel que no estaba tan seguro, pues cayó de repente?
Boecio
``El autor expone los motivos de su aflicción y la Filosofía le hace ver que su mal consiste en haber olvidado cuál es el verdadero fin del hombre´´
Éste fragmento está extraido de las primeras páginas de un clásico en la filosofía, como es Boecio, en su ``Consolación de la filosofía´´.
El motivo de este post es que yo también he descubierto grandes agujeros negros en lo referente a mi propio fin... xDDD, no sé si me entenderéis, pero bueno, quería ponerlo porque posee una gran belleza literaria, que al fin y al cabo es lo importante aquí.